Caminando por la calle yo te vi... yo te vi, yo me enamoré... de tí.
« Hola de nuevo, amigo viajer@.
El artículo de hoy es un guiño a nuestra antigua página web, lo escribí durante el confinamiento en la pandemia «Covid 19» y lo hice con mucho cariño a nuestra ciudad y al trabajo que realizamos por y para ella, y por eso no quiero que se pierda este post.
También me gustaría mencionar a nuestro querido guía local ( Mario, de Hola Lola ) y darle las gracias por seguir trabajando día a día con nosotros para dar a conocer nuestra bella ciudad.
No olvides que siempre después de la tempestad, sale el sol … «
La protagonista de hoy, nuestra bella ciudad, Málaga. Y es que no puedo dejar de recalcar como en el anterior post , que es un destino que tiene muchísimo que ofrecer, no sólo por su clima, sus playas, su oferta cultural, y de ocio; es que Málaga tiene un encanto especial que respiras en su ambiente cuando paseas por sus calles.
Al cabo de los años con una maravillosa familia y las ambiciones profesionales propias de un Emprendedor, es cuando se cruza un TWIZY en nuestras vidas, volviendo a encontrarme con el encanto de mi ciudad.
No se me olvidará esa primera noche en la que Gema y yo dijimos de dar un paseo con nuestro pequeño Twizy ( el «Uno» como nosotros le llamamos ). Propusimos hacer la ruta planeada para los futuros Tours, y así lo hicimos. Comenzamos por el Paseo del Parque con su numerosa flora exótica que lo hace uno de los parques públicos más importantes de Europa, Hotel Málaga Palacio, Catedral de Málaga llamada «La Manquita» una de nuestras joyas, Museo de Málaga, Ayuntamiento… y seguidamente con esplendorosas vistas de «La Coracha» sobre La Alcazaba, es cuando empiezan a aflorar las emociones. Seguimos el recorrido hacia Muelle Uno girando por La Fuente de las Tres Gracias tributo a la fecundidad, una vez entramos por el Paseo de la Farola con el Cubo de colores ( Museo Pompidou ) empiezan las vistas al mar con el puerto deportivo.
Al fondo: La Farola ( «gordita y rechoncha») atrae la atención con su luz guía, y una vez pasamos a su derecha iniciamos nuestra primera parada en el Mirador del Muelle Uno. Nosotros nombramos al sitio como el «Skyline de Málaga», unas vistas deslumbrantes de la ciudad desde las que podemos admirar todo el esplendor de Málaga, y es aquí en aquel momento cuando nos dimos cuenta de lo afortunados que somos los Malagueños de vivir en esta ciudad.
Después de unos minutos, iniciamos de nuevo la marcha en nuestro pequeño coche eléctrico con el que estábamos encantados por las sensaciones que nos despertaba en ese atardecer de Junio. Continuando la marcha por el Paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso, veíamos a los chiringuitos casi repletos de gente y aquel olor tan especial nos hacía pensar que era la hora ideal para abrir boca con unos «Espetitos de Sardinas».
La siguiente parada fue en un bar del Barrio del Palo. «Pescaito frito», un «tomatito picao», y un par de cervezas «0,0» fue la mejor opción de la noche.
Conduciendo por las calles
Agradecimientos a Natalia Guidoni de Asociación Cuevas de Andalucía , por la iniciativa #volveráAndalucia,
porque Andalucía se merece todo esto y más…